El gas natural licuado (GNL) se obtiene al enfriar y licuar el gas natural (CH4) a ultrabajas temperaturas (a presión barométrica, -162℃). El GNL cuenta con un alto índice de expansión de gas a líquido y una gran eficiencia energética. También es fácil de transportar y almacenar.

Como energía limpia, el GNL presenta un uso seguro. El GNL no es tóxico, es inodoro y de fácil dispersión, ya que es más ligero que el aire tras ser vaporizado. Gracias a su fácil capacidad de transporte, gran eficiencia de transporte y bajo costo de operación (la vaporización sumergida en aire prácticamente no consume energía), el GNL es la elección preferida de muchos clientes. El gas natural licuado cuenta con un futuro prometedor.

En la actualidad, el semirremolque de GNL se emplea para transportar GNL desde la fábrica de gas o el puerto hasta la estación de carga de gas natural.

Los equipos principales de las estaciones de carga de GNL incluyen tanques de almacenamiento de GNL, bombas criogénicas de GNL, dispositivos de medición de GNL, sistemas de vente de GNL y sistemas de control y seguridad.

El proceso de funcionamiento de una estación de servicio de GNL es similar al de una estación de carga de gas natural común. El proceso es sencillo, se realiza a baja temperatura y baja presión. Sus principales fases son las siguientes:

Obtención en planta de licuefacción de GNL --- Transporte en semirremolque de GNL --- Almacenamiento en tanque de GNL --- Aplicación de bomba criogénica de GNL --- Obtención del gas mediante surtidores de GNL --- Repostaje en vehículos de GNL.